RÍO ARRIBA: ALCEDO MORA ¡LO QUEREMOS VIVO! (Por: Carlos Arturo Craca Gómez)

24.04.2015 09:00

 

El 27 de febrero desapareció en la ciudad de Mérida el dirigente social Alcedo Mora Márquez*, salió rumbo a su trabajo en la Gobernación del estado Mérida en la Secretaria General de Gobierno a la orden de Luis Martínez. Se desconoce su paradero. No hay información ni certeza que proporcione una pista, ni indicios que conduzcan a su ubicación. El clamor popular se expresa en la frase: “Lo queremos vivo”.

 

Hace aproximadamente 6 meses realizó una serie de denuncias sobre algunos hechos irregulares en PDVSA. Posteriormente el 24 de febrero las consignó por ante el despacho de Luís Martínez, secretario de gobierno y el gobernador del estado, Alexis Ramírez, para que se encargaran de tramitar e interponer la misma por ante el órgano fiscal. Es contundente lo escrito por Manuel Isidro Molina sobre este sonado caso: “Su jefe Luis Martínez, secretario de gobierno, y el gobernador Alexis Ramírez recibieron de manos de Alcedo Mora una denuncia escrita sobre manejo mafioso en PDVSA en el estado Mérida, que supuestamente incluye desvío de gandolas con gasolina y gasoil hacia Colombia desde El Vigía. ¿Lo traicionaron? ¿Uno de ellos lo vendió?”.

 

Desde ese momento, según el dicho de sus parientes, Mora comenzó a ser perseguido, agredido física y verbalmente por personas desconocidas. Un secuestro con características muy particulares y casi anunciadas. En Mérida la gente no ha dejado de protestar desde que plagiaron al dirigente popular. Las manifestaciones de protesta y en solidaridad con “Batería” no han cesado un instante. Los medios de comunicación también se han pronunciado, alertan para que se respete la vida de “Batería”. No hay pared en Mérida que no se haga eco a través de los grafitis y las pintas para reclamar a los captores que lo devuelvan con vida, los vidrios de los vehículos expresan la solidaridad popular para que se respete la integridad física del dirigente. La “Esquina Caliente” se pronuncia sobre la artera actuación. Desde Caracas las voces se levantan en protesta por este “extraño” secuestro. Compañeros que escriben para la página Aporrea no ha dejado de recordarle a sus plagiarios que Alcedo regrese sano y salvo a casa. El llamado por parte de sus familiares al ministerio público es una constante y representan un grito por evitar la impunidad del hecho delictivo.

 

Desde nuestro modesto espacio también levantamos la voz para rechazar la desaparición. La molestia de la colectividad y de los sectores populares contra sus captores y sus cómplices se expande con la fuerza que encarna la rabia y la impotencia. El repudio a la frase del secretario de gobierno: “eso le pasó por ‘pajuo’ y por hablar pistoladas” hace temblar de roña a la gente de la “Ciudad de los Caballeros”. Es rebatible, por donde se le mire, que un funcionario sea capaz de expresarse en términos tan inelegantes e insensibles. La ausencia de solidaridad es la conducta que exhiben los miserables; más todavía cuando se trata de un compañero, irreductible en la defensa de los humildes, que ha puesto su voluntad política para evitar que la corrupción haga meya en la institucionalidad.

 

Mérida está molesta, exige y reclama acciones claras frente a la desaparición de Alcedo, acá no hay tregua ni nada que negociar, los principios no son objeto de componendas. No dejan margen a la duda que se esconde tras el silencio cómplice. Los revolucionarios estamos obligados a combatir la desaparición. No hay posibilidad para la respuesta simplona ante el hecho aberrante del secuestro. Surge entonces las interrogantes: ¿Quién o quiénes estaban interesados en plagiar a “Batería”? ¿Qué tan ciertas eran sus denuncias para que lo desaparecieran? Estas preguntas serán aclaradas por el Ministerio Público. Tarde o temprano la fiscalía pondrá a sus captores y cómplices frente a la jurisdicción penal para que respondan por este hecho.

 

 * Es un dirigente de reconocida trayectoria política y servicio social en los sectores más desposeídos del pueblo merideño; al mismo tiempo es vocero de los colectivos revolucionarios que han enfrentado las guarimbas fascistas, trabaja en la Secretaria General de Gobierno, en el área de atención social.

 

Es militante del FLN-FALN-PRV-RUPTURA-TERCER CAMINO y responsable de este colectivo en el estado desde mediado de los años 70, en la que participaron junto a él los compañeros Tarek William Saab, así como también Rafael Ramírez en su época de estudiantes.

 

En los años 80 fue detenido preso y torturado, Tarek William Saab, Defensor del Pueblo, puede dar fe de ello. En Guayana, Sucre, Monagas Anzoátegui impulsó el trabajo sindical y cultural en aquellos tiempos.

 

Participó en la insurrección del 4 de febrero, apoyando a la rebelión militar liderada por el presidente Hugo Chávez y posteriormente se incorpora a la sublevación del 27 de noviembre. El 11 de abril de 2002 frente al golpe de Estado se sumó, como el que más, junto al pueblo de Mérida en la defensa del hilo constitucional.

 

Fuente: https://elcomerciomovil.com/3.0/1/2459/ro-arriba-alcedo-mora-lo-queremos-vivo