¿EL GOBIERNO CONTRA LOS COMUNISTAS? ¿ALGÚN PARECIDO CON LA IV REPÚBLICA? (Por: Rubén Alexis Hernández)
El día 8 de marzo del presente año fue publicada en el portal Aporrea una denuncia muy grave, que de ser cierta dejaría muy mal parado a un gobierno que se autocalifica permanentemente como socialista, humanista y notable defensor de los derechos humanos. Se trata de la desaparición en Mérida, a manos del SEBIN, del luchador anticapitalista Alcedo Mora, miembro de organizaciones como Ruptura y Tercer Camino, y revolucionario a carta cabal, quien entendía en la realidad, y no encerrado en cuatro paredes, las necesidades socioeconómicas de la mayoría y su continua búsqueda de un mejor vivir.
Alcedo Mora habría realizado algunas denuncias sobre corrupción en la estatal PDVSA, y por eso advertía, en mensajes de texto el día de su desaparición, que estaba en la mira del SEBIN: “Camaradas. Alerta. Tengo requisitorio de orden de captura por el SEBIN, se me quiere involucrar en unos recueros, la cosa es complicada, es parte, donde se me quiere cobrar por unas denuncias de corrupción a PDVSA que -he- venido haciendo y me quieren montar una olla. Hay que estar pendiente. Atte. Alcedo Mora. Batería”. https://www.aporrea.org/ddhh/n266472.html.
Ahora bien, hayan sido o no integrantes del SEBIN, quienes secuestraron al activista, no sería extraño que en pleno proceso “revolucionario” se continúe practicando, por cuerpos armados al servicio del gobierno venezolano, la desaparición, la tortura y el asesinato de quienes por medio de su crítica y praxis luchan contra la prevalencia del Estado burgués, y todo el daño generado por éste al pueblo trabajador y humilde. Considérese que tras el homicidio de numerosos campesinos e indígenas prosocialistas (incluido Sabino Romero) en los últimos años, no se sabe a ciencia cierta la responsabilidad directa de las fuerzas policiales y militares, pero la impunidad casi total de estos asesinatos, si evidencia claramente la responsabilidad estatal. Mientras tanto algunos opositores procapitalistas que han convocado públicamente a derramar sangre, han sido tratados con guante blanco por la Justicia, y unos cuantos están en plena libertad.
Se espera que el SEBIN y voceros gubernamentales desmientan que estaban tras Alcedo Mora, y aparezca sano y salvo este luchador anticapìtalista. Aunque la verdad es casi una ilusión pensar que tal cosa ocurra; es más probable que el “socialismo” del siglo XXI termine pareciéndose a la IV República en lo que a represión de la izquierda combativa respecta.
A continuación se cita una parte del artículo “Hay que reinventar un nuevo pensamiento” (https://www.aporrea.org/actualidad/a16304.html), en el que Mora ataca al poder por excluyente, burocrático e indecente, y expone de forma clara su noble y humanista propuesta de un mundo nuevo, diametralmente opuesto a la porquería que padece hoy la humanidad:
“No concebimos la lucha para la toma del poder, de ese poder al que nos acostumbraron que es excluyente, burocrático, indecente, debe ser una lucha contra ese poder, forjando y creando lo colectivo, lo diverso, lo plural, lo multiétnico, es volver a la esencia de lo que yo he venido definiendo como el Comunismo Originario, horizontal, humano – cultural, donde la vida no esté determinada por el capital y la posesión egoísta, es una nueva utopía posible, realizable.
No olvidemos que los modelos hoy impuestos a la humanidad se rigen por los modelos occidentales, es el capitalismo depravado y depredador, es la expresión más criminal de las sociedades occidentales, es sencillamente capitalismo genocida, el capitalismo en su paso de desarrollo se convirtió en la expresión más inhumana y falaz.
La humanidad es infeliz mientras no encuentre un rumbo que no esté determinado por los indicadores económicos (Reservas Internacionales, Producto Interno Bruto, Etc.) Mientras las economías “crecen” por un lado; el hambre, la miseria y la exclusión social ascienden velozmente por el otro, el llamado bienestar social es solo una especie de invención, mientras que la realidad es otra”.
Nota. No faltarán quienes resten importancia a esta desaparición, argumentando la actual coyuntura internacional. Están equivocados si así lo creen, pues la situación interna venezolana no está color de rosa precisamente.
Fuente: https://www.aporrea.org/ddhh/a204118.html